En un día cargado de noticias en la Fórmula 1, Alpine no quiso quedarse atrás. Apenas unas horas después de que Ferrari presentase su revolucionario F1-75 y que la FIA anunciase el despido de Michael Masi, la escuadra anglofrancesa confirmó un secreto a voces: Otmar Szafnauer será su nuevo jefe de equipo.

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El que fue hasta la pasada temporada el maestro de orquesta de Aston Martin (antes Racing Point) se incorpora para ponerse al frente del equipo de Fernando Alonso y Esteban Ocon, después de que Alpine emprendiese una revolución en su cúpula directiva que se lllevó por delante desde al embajador Alain Prost hasta a Marcin Budkowski. Esos dos nombres no se quedan solos: Davide Brivio, que había llegado desde Suzuki MotoGP para ocupar este cargo, tampoco ha estado a la altura, aunque a él no le han echado, sino relegado al cargo de Director de Proyectos de Expansión de Carreras, que se encargará de la cantera. Un cargo para no echarle directamente, pero que ahora no aportará nada en el equipo de F1.

De carácter fuerte y muy acostumbrado a los movimientos políticos con y contra la FIA (en 2020 tuvo que responder a las acusaciones de que el Racing Point era un Mercedes rosa y salieron indemnes, más o menos), Szafnauer aterriza en Alpine con la intención de poner orden y encaminar el proyecto en una única dirección. Llega con experiencia de haber tratado con un campeón del mundo, como es Sebastian Vettel, y un joven teóricamente prometedor, como Lance Stroll. Tanto Alonso como Ocon serán, sobre el papel, más fáciles de gestionar.

En su curriculum, que empezó como ingeniero de Ford, está haber sido formado parte de la desaparecida escudería BAR en su entrada en la F1 en 1998, antes de unirse al equipo Honda como director de operaciones. Desde su fichaje por Force India (reconvertida luego en Racing Point y actual Aston Martin) siempre se le conoció por su dureza de carácter pero también su buen talante con los pilotos.

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La llegada de Szafnauer no es la única. Además de él, se incorpora a Alpine un viejo conocido de las carreras pero no tanto de la Fórmula 1, como es Bruno Famin. Exdirector de Peugeot Sport durante quince años, con victorias en las 24 horas de Le Mans (como la de 2009 con Marc Gené en su alineación) y en el Dakar (la última, en 2018, con triunfo final para Carlos Sainz), será el responsable de motores de Alpine, con el cargo oficial de Director Ejecutivo de Alpine Racing en Viry-Châtillon, la sede francesa del equipo donde se crean las unidades de potencia.

Estos cambios vienen a reforzar el posicionamiento del equipo desde el punto de vista de gestión, que asumirá en su cabeza el CEO plenipotenciario de la marca, Laurent Rossi. 

"Con la incorporación de Otmar y Bruno al equipo, pasamos a un nuevo nivel para 2022. Otmar aportará su experiencia única en motorsport y su deseo insaciable de ganar, mientras que el historial probado de Bruno en la construcción de tecnologías que marcan la diferencia en la competición y su posterior transferencia a los coches de carretera es fundamental para nuestro proyecto como equipo deportivo y como marca. Nuestra alineación está completa y lista para llevar al equipo hacia sus ambiciosos objetivos en 2022", ha justificado.